El Dr. John Stanturf lidera el Grupo de Investigación en Restauración de Sitios Degradados de IUFRO (International Union of Forest Research Organizations) y ha desarrollado una línea de estudio en tópicos sobre restauración funcional de bosques degradados y adaptación al cambio climático.

Una serie de actividades realizó en La Araucanía el Dr. John Stanturf, experto del Centro para la Ciencia de los Disturbios Forestales, unidad dependiente del Servicio Forestal de Estados Unidos, quien visitó la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Forestales de la Universidad de La Frontera y fue uno de los conferencistas invitados del Simposio de Restauración a Escala de Paisaje, que se realizó en el marco del Congreso Latinoamericano IUFRO de Ecología del Paisaje, en diciembre pasado.

Como parte de las actividades de este Simposio -organizado el Dr. Rodrigo Vargas, investigador del Laboratorio de Biometría del Departamento de Ciencias Forestales UFRO- el experto estadounidense participó de una serie de reuniones académicas y salidas a terreno, interactuando con científicos y especialistas en restauración de bosques, permitiéndole también interiorizarse de los avances de esta disciplina en Chile y Sudamérica.

Stanturf lidera el Grupo de Investigación en Restauración de Sitios Degradados de IUFRO (International Union of Forest Research Organizations) y ha desarrollado una línea de estudio en tópicos sobre restauración funcional de bosques degradados y adaptación al cambio climático.

En ese contexto, el Stanturf se refirió a la restauración de paisajes forestales para adaptarse al cambio climático, considerando que se está inserto en un entorno mundial que cambia rápidamente.

En ese sentido, indicó que entre los disturbios más frecuentes de los cuales tiene que hacerse cargo la restauración está la deforestación y la explotación selectiva de los mejores individuos (lo que se conoce en Chile como floreo) que determina que los bosques se degraden. Se agregan a ellos eventos asociados al cambio climático como la extrema sequía, que determinan una mayor probabilidad de incendios de gran intensidad, así como huracanes o tifones que también son disturbios a ser abordados por actividades de restauración.

Frente a un disturbio reciente, y previo al levantamiento de un proyecto de restauración, Stanturf explicó que lo primero es preguntarse si el área tiene capacidad de recuperarse por sí sola, y en caso que no sea así, lo más importante es caracterizar y entender muy bien el evento, ya que eso determinará si procede o no un proceso de este tipo.

Luego viene una caracterización acabada del estado del área que fue afectada con el disturbio. “Observar cuáles son las especies del lugar, si hay especies exóticas que puedan tomar ventaja del disturbio, las condiciones del sitio que se quiere trabajar, por ejemplo, y eso va a guiar las prácticas a considerar para comenzar a restaurar”, explicó, agregando que en un plan es fundamentar detenerse a analizar cuáles son los objetivos de restauración, ya que no son los mismos si se está frente a un terreno privado o público, o ante una propiedad pequeña o grande, sumando a ello la planificación técnica sobre las especies a emplear.

Sin embargo, señaló, también es relevante en este proceso el aspecto social. “Muchas veces la parte logística o técnica se puede resolver, pero si no se incluye o vincula a la comunidad local en las acciones que buscan recuperar una zona que ha sido afectada por un disturbio, lo más probable es el proyecto sea poco exitoso”.

Sobre las perspectivas futuras de la disciplina, Stanturf sostuvo que actualmente existe una sensación positiva respecto de las decisiones políticas que afectan la restauración ecológica, donde hay metas internacionales planteadas y se espera que los estados asuman en términos de los recursos necesarios.

Cómo llevar la logística de buena manera, traducir la decisión política a la restauración en sí es el desafío, del que Chile no está ajeno, considerando que nuestro país se ha comprometido a restaurar 100 mil hectáreas antes del 2020.